miércoles, 20 de febrero de 2013

Peripecias reporteriles

Algunos piensan que es fácil el buscar, redactar y presentar la noticia


   Buscar temas, recordar el nombre y cargo de esa persona que puede dar la noticia “de ocho”, pelear entre micrófonos, grabadoras, cámaras de video y fotográficas; moverse a empujones, aguantar las inclemencias del clima y escribir (en ocasiones editar) a contra tiempo para que al final, esa nota no sea publicada por intereses del medio de comunicación.
   Diariamente reporteros, fotógrafos y camarógrafos, se enfrentan a diversas circunstancias con la finalidad de cumplir la cuota de notas y obtener el reconocimiento en el ámbito periodístico, para ello, la tarea es estar informados de lo que sucede en los ámbitos político, social cultural, deportivo y aunque no lo crean, de espectáculos, ya que no se sabe si algún día hay que cubrir algo relacionado a dicho ambiente.

   En San Luis Potosí, la mayoría de los medios dividen a su equipo de reporteros en diversas fuentes de información, es decir, uno cubre lo respectivo al Poder Legislativo, otro en Gobierno del Estado, uno más del ayuntamiento capitalino, alguien saca lo referente a la Iniciativa Privada y si se cuenta con una flotilla completa de buscadores de noticias, alcanza para que un reportero se vaya al municipio de Soledad. Eso sí, sin denostar, el de deportes es de ley, nunca falta alguno en esa fuente.

   Sin embargo, hay medios que prefieren tener a los reporteros sin una fuente fija, con la finalidad de evitar que realicen tratos con funcionarios y se “amañen” en el lugar al que son asignados. Otro de los motivos es por falta de personal y es cuando los periodistas andan de un lugar a otro diariamente cumpliendo los encargos de los jefes de información.

'Las “exclusivas” a 
reporteros y funcionarios frustra,  
son encargos especiales 
de los jefes de información'

   Cabe destacar que cada fuente tiene una dinámica distinta para extraer la información, el caso es adaptarse o lograr que el sistema se acomode a las necesidades, lo cual es casi imposible; en este sentido, lo ideal es evitar rencillas con los compañeros de otros medios, de lo contrario se desata una guerra entre reporteros y, lo que menos quisiera uno, es que le pongan trabas en su labor. Por eso, lo idóneo es que cada quien haga su trabajo.

   La búsqueda de “exclusivas” a muchos reporteros y funcionarios frustra, debido a que son encargos especiales de los jefes de información y obviamente ningún otro medio debe de tener esos datos, al menos no antes que sean publicados por el interesado, entonces, el periodista debe callar la información que tiene y desahogarla hasta que se planta frente a la computadora.

   Regresando al tema de las empresas de información, es del conocimiento general que éstas viven de patrocinios, de otra manera no se pagan los sueldos de los trabajadores ni se mantendrían en circulación diaria los periódicos ni habría noticieros al aire. El conflicto llega cuando el reportero llega con una información que al medio no conviene publicar porque es mala publicidad para tal o cual instancia, y es cuando la información se detiene o se modifica el contexto de la misma.

   Puede parecer que hay muchos contras en esta actividad de búsqueda de información, sin embargo, también se puede encontrar aquellos compañeros que tienen más experiencia y deciden ayudar a la formación de un nuevo integrante del gremio reporteril, funcionarios que están dispuestos a compartir y dar a conocer los avances en su trabajo, además de denunciar anomalías que existan; buenos jefes de información que señalan errores en la redacción o datos mal acomodados y saben lo que la empresa necesita.

   Criticados por muchos, añorados por otros, los regalos a los periodistas en su día, el cual se conmemora el 7 de junio, o los desayunos, comidas y cenas en las vísperas navideñas, en donde los funcionarios consienten a quienes los persiguen durante todo el año, son “gajes del oficio”, que se pueden evitar, pero como dice el dicho: a quién le dan pan que llore.

   Para ejercer la reporteada, se necesita de paciencia para con los jefes, funcionarios y compañeros, pericia para convencer y obtener los datos necesarios, habilidad para organizar la información obtenida y hacerla digerible al lector, entre otras cosas que solamente se disfrutan al ejercer el periodismo.

   Finalmente, es una experiencia nueva cada día, no se sabe qué sucederá aunque se tenga una agenda llena de eventos, siempre hay algo que aprender y un nuevo tema qué indagar, irregularidades que denunciar, nuevas personas por conocer e historias frescas por escribir.

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